Era más de media noche, mucho más. En las calles se oían los ruidos de los autos pasar y los adolescentes riendo, el departamento estaba profundamente silencioso. Sólo, de vez en cuando su perro ladraba a los ruidos del edificio.

El, en su escritorio, intentaba concentrarse pero no podía ya que se distraía con la cosa más pequeña que viera a su alrededor.

Había escrito varios párrafos pero no lo convencían, su computadora estaba prendida desde la siesta de ese mismo día con el allí sentado, estaba cansado, con mucho sueño, con dolor de cabeza, con los dedos cansados de tanto intentar convencerse a sí mismo. La vista se le nublaba cada tanto, bostezaba sin parar, se le cerraban los ojos pero él seguía allí pensando en que podía escribir para terminar. Pensando en su esposa e hijo que dormían en las habitaciones de al lado, pensando que si no cumplía con su deber podría entrar de nuevo en una de las peores etapas que la vida nos hace pasar.

En ese momento, se acordó cuando él era más joven. Tenía que crear monografías, novelas, libros, etc., y enviarlos a la editorial. Le dieron todas esas tareas una semana antes, más de diez libros para escribir, cinco novelas, otras cinco monografías, etc., todo esto en una semana. No pudo y lo despidieron, se quedó sin nada. Solo con su esposa y su hijo, su esposa sin trabajo y su hijo de 5 años. Él pensaba, como haría para mantener a su familia, como haría para sobrevivir sin dinero, sin comida, sin los recursos necesarios para vivir. El mismo día su hijo tuvo un accidente, al salir corriendo de la casa de su abuela, cruzó la calle y lo atropello una camioneta, ese fue una de las peores semanas de su vida porque, esa misma semana su madre también murió, fue asaltada y le dispararon con un arma y murió al instante.

Se quedó sin trabajo, perdió a su hijo y perdió a su madre, dos personas muy importantes en su vida. Le costó mucho volver a empezar todo, empezar a buscar trabajo, un trabajo en el que él estuviera cómodo, empezar de nuevo con su esposa porque los dos sufrieron mucho la pérdida de dos de sus familiares.

Cuando piensa en eso, caen lágrimas de sus ojos y se pone a pensar que se tiene que concentrar por su hijo y por su madre.

Por lo tanto en ese momento, se inspiró. Escribió sin parar toda la noche, fue la mejor monografía que había escrito. Al otro día su jefe lo felicitó por su monografía y pidió que la presentara delante de todos sus compañeros. Sus compañeros muy felices por él lo aplaudían y lo felicitaban por su desempeño y cada día mejoró más, cada mes le aumentaban el sueldo y pudo tener su familia y su casa donde él siempre quiso, como siempre quiso.